Así corren las horas, con canciones de ánimo y luz, caminatas eternas, más un toque de clorfenamina para no soñar nada, y sentirme muerto por un par de horas. Aquí no hay más que la sensación de vacío y ganas de continuar sin que nada afecte, como una simple maquina programada.
Cuando pensé tener todo lo que necesitaba, y al fin sentía que estaba en la cúspide la montaña rusa de mi vida, tuve este remezón. Creo que es algo del karma a veces, porque simplemente cuando esta todo en su lugar, no sé cómo manejarlo, y termino perdiendo algo de ese eje. En este caso, el alivio de saber que estoy haciendo algo bueno por alguien, no haciéndole más daño, obviamente me reconforta, y forza la estabilidad de mis líneas. Cuando sólo generas rabia y rencor, es mejor dar un paso atrás. A pesar de no querer hacerlo por nada, y que su costo te convierta en alguien sin sentimientos.
Creo que no esperé terminar el vínculo así. Fue como romper todo lo bueno, haciéndolo ceder por las lágrimas. Así como esta canción que suena, de Joe, con su nombre, cryin´. Me hace esperar aquí con esa gota de agua que desea recorrer mis mejillas, emulando al mismo tiempo en mi cabeza, el vacio que tienen los días cuando se que no estás, y obviamente ya nunca más estarás. Aunque la canción me mueve de un lado a otro, con imágenes de jardines y momentos en que hay vida, finalmente, prevalece la lágrima que te despierta, y te dice que ya a acabo y todo forma parte de tu imaginación, hasta llegar olvidar y no querer entender. Y que nuevamente viene ese dejo de ganas por esperar que llegaras sola aquí, frágil y temerosa queriendo esto, y compartiendo lo que antes nos hacía casi respirar. Esas deseosas ganas, de que olvides tu rabia, y vuelva aquí la mujer que veía su alma en mis ojos, abriendo mi puerta e irrumpiendo en mi habitación.
Al correr de los minutos, la espera se hace inalcanzable, hasta que vuelvo a los recuerdos, y los días cálidos a tu lado, con tus dedos entrelazados a los míos. Nuevamente vienen las lágrimas añorándote aquí. Lagrimas que se tornaron invisibles, al ser este animal no emocional.
Ya no queda más que este vaivén de emociones, que finalizan en recuerdos, lágrimas y alegrías pasadas, entorpeciéndome con la locura de no entender que desgasto lo bello que veías en mis ojos. Lo único que nos hacia ser una vida independiente a la de las demas.
Ahora suena una canción de Coldplay, que sonaba tres minutos antes de las nueve, que recogía la esperanza, y las disculpas que nuestro cariño suscitaba. Me dice que te necesito, y que quiero volver al inicio de los días, cuando por primera vez olvidamos entender defectos, y nos albergamos en un mar ahogador de sueños, que reposan sobre el mar que nos hacía tambalear las emociones.
Y nadie dijo que era fácil, dice una parte, pero para nosotros, esta rabia, alcanzo un ruido más fuerte, y tu corazón lo tomo como parte del amor que me tenías, generando este hibrido de rabia y ganas de seguir. Te vi llorar cada momento, y sin poder ver nada, quise controlar cada situación. Ahora entiendo el mal que te hice, y sueño volver al comienzo. Pero me desvanece ver como ya nuestro vinculo quedara hundido bajo tierra, esperando que un día quieras remover los escombros, y encuentres la luz que mi amor te provocaba. Algún día llegara, y no me consuela saber que solo será un día lejano, cuando cumplas tus promesas.
Tú tienes que ser feliz a costa de todo. Tristemente con o sin mí. Y sabes que aquí esperare, confundiendo mi amor con mis proyectos, y el pasar de los días, para que cuando vuelvas, solo esperes remover un poco de arena, y aparezca nuevamente el amor por mí.
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