Aprendí que pretender dejar todo atrás, y pasar por alto la sensación constante de amor y odio, no funciono. No llegare a ningún lugar, cuando sigo viéndote en lada rincón de mi vida. Y por más que lamente tener que dejarte ir, creo que soy yo quien debe irse de ti.
Sé que no lo entenderás, y guardaras recelo conmigo. Sé que no reaccionaras bien, y no podrás entender, que para mí no es tan simple continuar pretendiendo cubrir mis ojos de todo el amor que sentí.
Me es difícil tomar esta decisión. No es fácil querer comenzar a olvidarte, sin tener ni siquiera el consentimiento de mi corazón. No es simple decirte esto y que tu reacción simplemente sea la indiferencia.
Tal vez nunca te conocí lo suficiente para poder descifrar lo que me decía tu silencio.
Nunca supe si fue difícil para ti, o si fue fácil. Simplemente, no quiero tener que entender algo que jamás dirás.
Mi corazón seguirá emprendiendo vuelo, tratando de sanar las heridas que cometimos juntos, que calaron en lo más hondo de mí.
Aprendí que sufrir por amor, era la consecuencia directa de amar tanto. Sin respirar, ni discernir realidades. Todo quedaba sumido en tus abrazos.
Sé que puedes pensar tantas cosas de mí. Puedes molestarte, al ver que no soy capaz de llevar una amistad contigo, o simplemente dejarte ir, sin intentar de nuevo.
Aprendí que tengo tantas fallas, que tu ni nadie debe soportar. Me di cuenta también, que al perder tanto cuando pequeño, me acostumbre a aferrarme tanto a las cosas, hasta ahogarlas, sin ver realmente lo que sucedía.
Yo no pretendo suponer más que ocurre contigo. Si me olvidaras, si ya lo hiciste, si simplemente este lamento es parte de lo que debe ocurrir. Si prestaras atención o no a lo que escribo. Ya de que sirve todo esto.
Tú comienzas desde otro lugar, y yo debo buscar el mío. Lamento mucho que no sea junto a ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario