Music for life


MusicPlaylistView Profile
Create a playlist at MixPod.com

sábado, diciembre 18, 2010

.San Vicente y tú.

Viaje de ida, mirando como el sol y el calor entorpecía la vista. La música sonando, y la mente llena de riffs de guitarra y pasajes de los nuevos temas de Infecto.
Llegue a San Vicente, después de un rápido viaje, que fue mitigado por unos capítulos de metaloapocalyspse, cargado además de mis equipos para poder practicar en la casa de mi tía, los prontos temas que tocaré con Sikario.

“aunque te ame, yo ya me voy, aunque te extraño, ya no estoy”, parte de una canción de mana, que pensé que había perdido, apareció en un disco antiguo, donde encontré iris y otras melodías que cante alguna vez pensando lo bello que un día fue.
Repentinamente, el día pasó muy rápido, me dedique a mi familia, y repasar el bajo. Fue la noche, con la plaza central iluminada, el lugar que me trago tanta nostalgia. Pensé que había dejado todas sensaciones, ahogadas en cada letra compuesta para Infecto, y en cada parte de guitarra que me nació.

Esa banca, donde un día nos sentamos a ver la gente pasar, en el viaje más maravilloso que pude tener alguna vez. Ahí te conté un secreto importante de mis padres, y tú como siempre respondiste y me dijiste que ahora estabas ahí, para llenar el vacío supongo.

Después como se nos hizo costumbre, volvimos al departamento a encerrarnos en nuestro nido, donde prácticamente lo único que hacíamos era tenernos cada instante. Como olvidar ese momento en el cual lo único importante era tener la piel del otro cerca. Donde ya los defectos y virtudes quedaban suspendidos por el amor y placer que generábamos.

Volví a ese mismo lugar, y recorrí donde te dije una vez que verías mil estrellas. Caminamos por el campo, a pesar de tu miedo, y quede tan mal por no tener la ventaja del tiempo, que no te enseño las estrellas llenando la noche. Cosas tan absurdas, me recordaron que un día estuve ahí contigo.

Quede capturado por los recuerdos, mientras recorría esa pequeña ciudad, sólo y abrigado con mi chaqueta de cuero, que me mantenía a buena temperatura.
Cuando iba camino al pueblo, supuse que de una u otra manera, te recordaría mucho, y temía caer en la sensación de rabia que había cultivado. Finalmente el presagio que supuse, no se transformo en lamentos y tristezas. Solo quedaron preguntas en mi cabeza.
Mil “¿Porque?” me llenaron el cerebro. Volvieron las preguntas que mi cabeza idiota se hace constantemente, preguntándose porque y porque con todo. Maldita manía mía de tratar de tener todo bajo control, y no dejarme disfrutar las dudas.
Ahora que ya el tiempo dejo volar nuestras historias y las separó, me encantaría no tener más de esos porque. No mas rabia, ni amor, ni recuerdos. Simplemente nada.

Definitivamente, ya me rendí ante esto, y supongo que en ese pueblo busqué encontrar algo de lo que sentí por ti. Ahora solo puedo saborear la alegría que me causa la música, y cada vez que te vienes a mi corazón, simplemente pienso en otra cosa. No quiero tener rabia, ni preguntarme porque me reemplazaste, o porque me dejaste de amar, y todas esas cosas que al final jamás solucionaremos…..si alguna vez volverás, y ya no se qué tantas cosas.

Pensé tantas veces en esa calle solitaria, un jueves por la noche, si alguna vez volvería a tenerte cerca. Y me rompe el corazón darme cuenta que lo real que alguna vez vivimos, es solo parte de imágenes que jamás volveré a ver, o sentir.
Tantas preguntas, y ganas de quedarme con buenos recuerdos. Creo que no entendiste, que esto no es simple para mí, y me quedo claro, cuando me dijiste fríamente, “estoy con otra persona, es mi derecho y simplemente ya no te amo”. Supongo que querías dejar esto atrás, y olvidar, por lo que entendí, y vi que ya no existía la mujer que me besaba antes.

Aún me hace temblar pensar en esto. Y por eso, creo que cuando por fin estando solo ahí en una carretera, rodeado de estrellas que no te enseñe, le pedí a tres de ellas que te dijeran, que me vinieras a buscar. Desesperadamente sé que no tiene sentido, porque ya no sientes amor. Me contradije mil veces contándole a cada estrella que aún quería tocarte, y también aún deseaba olvidar todo, como si hubiera sido solo un sueño, del cual desperté repentinamente.

Las estrellas nunca me dieron respuesta. Pero luego de despedirme de mis familiares, tomar el bus y llegar de vuelta a las responsabilidades nuevas que tengo aquí en Santiago, se cumplió algo que le pedí a una.
Un mensaje de un número no guardado me escribía palabras que nuevamente me movieron la respiración.

Entre una pequeña discusión con mis compañeros de banda, Salí a hacer una llamada rápida, para arreglar un problema de nuestro próximo show el día miércoles, y al cortar, un mensaje de las 14:04 minutos, me abría las puertas del pasado. Decía que me extrañabas.

Le pedía al cielo que me dijeras eso alguna vez. Es lo más sano ahora, porque no dice que me amas, ni tampoco que no lo haces. No dice que volverás, ni tampoco que desaparecerás, así como yo lo estoy haciendo.

Ya no estaré mas contigo de seguro, y no volveré a verte en un largo periodo y supongo que extrañar es parte del circo, y también lo sientes así como yo.
Te mentiría si dijera que no siento muchas cosas aún, y que espero que todo pase rápido, para que llegue el día en el cual no te extrañe más, y te conviertas en una estrella más en mi pasar.


Recuerdas esa canción de Anneke, que decía, “I leave you , to wonder”. Ahora si me siento dentro de eso. Hundido en preguntas sin respuesta, e imágenes que solo espero que se disipen y se queden en el pasado.
No puedo negar que temblé, al ver tú numero y leer eso. Pero ya nada más puedo hacer.
Solo debo seguir, hasta que un día tu fantasma se vaya.

No hay comentarios:

Publicar un comentario