Music for life


MusicPlaylistView Profile
Create a playlist at MixPod.com

viernes, diciembre 09, 2011

.Una banca, y un paseo.

Nunca me había sentado en una banca, había mirado al cielo, y me había sentido tan distinto. Creo que hoy ha sido un día de esos que entiendes que te pasa. Cuando realmente te das cuenta que aprender cosas, y tratas de meterlas en sacos para que tu mente pueda almacenarlas con calma.
Miraba constantemente las figuras de las nubes. Tratando de imaginar recuerdos extraídos de esos sacos. Me impresiono darme cuenta que no logre ver nada que me arrojara una sonrisa. Nada logro conmoverme. Me sentí como una planta marchita oscilando con el viento, sin dar ningún tipo de expectativa o luz. Me sentí inerte.
La conclusión fue sencilla. Estoy en camino a volver a ser quien solía. Un tipo amargado, solitario y frustrado de estar parado en este mundo. Para mi mala suerte, al menos antes tenía mucho menos conocimientos de esta humanidad, y todos los males que conlleva. Antes solia creer que simplemente ahogándome en mi habitación todo estaría bien. Ahora todo el tiempo es dinero. Todo lo que pasa alrededor de uno, es una fuerte competencia, amarga y absurda, donde concluyes que lo más necesario que es el dinero, es el causante de nuestra miseria misma.
Respirar una vez más, con un suspiro profundo y resignado, seguí adelante. Me levante rápidamente para recorrer este centro.
Estoy en una etapa tan vacía. No tengo una familia que adorar, ni nadie en el mundo quien amar. Es increíble cuando vez todas las cosas buenas a tu alrededor, y algo hace que no las sientas. Muchas veces me siento tan idiota. Como si fuese un mal agradecido de todo, cuando muchas veces estoy rodeado de cosas tan bellas.
Esta sensación logra disipar cada rincón de esperanza. Y a pesar de que el aliento que te dan tus cercanos suele ser satisfactorio, en lo más profundo te abunda la sensación de vacío.
Luego caminando entre tanta gente, y protegiéndome del mar de personas con unos débiles audífonos que se tornan tu mas fuerte y fiel escudo, caminaba como fantasma, topando hombros con algunos tipos de terno muy importantes, y por ende incapaces de caminar amablemente, para poder llegar a la estación y tomar el tren tumbo a casa. Sentí nuevamente que era una especie de muerto caminante.
Cada vez me quedo sin expresión. Y camino como si diera vueltas en círculo. Ahí es cuando veo que no tengo motivación. Y no tengo tampoco la fe o esperanza de esperar que cambie.
No hay amor, ni recelo. No hay rabia, ni frustración. No hay nada porque sentir jubilo. Solo camino como si llegar a casa fuera siempre el fin.

No hay comentarios:

Publicar un comentario