domingo, julio 22, 2012
.Stay.
El silencio no satisface ninguna pregunta. La paz temporal se acabó, y comienza la partida. Desaparecer se torna la última elección no escogida. El viaje por suerte inicia, sabiendo que partir pudo ser peor. No le daba sentido a estas cosas desde el momento en que te miré y retomé fragmentos de emociones naufragas. El silencio lamentablemente se conmueve conmigo. El sabor de una tarde y la textura de recuerdos que se comprimen en un par de labios. Bajo el regazo de una sutil esperanza, descanse esperando seguir. Rotamos y nos tornamos en un error. Caminamos bajo el flujo de nuestros impulsos, y ahora nos aferramos a no decir una sola palabra. Una astilla en mis ideas. Ahora debo separarme sin querer hacerlo, y sabiendo en el fondo, que tú tampoco. Me siento desesperado sentado en este silencio latente. Está aquí mismo, riéndose y mirando como mi impaciencia se hunde. Tengo tantas preguntas que quisiera que respondieras. Te miro a través de esta pantalla, y veo que no estarás. Realmente no quería nada de esto, y te seguí de igual manera. No eres tú ni yo. Ya no es nada más que un recuerdo de una buena tarde. Así como aprendí que el tiempo corrige todo, espero reposar en la idea de partir luego y despertar como estaba antes de arreglar el pelo detrás de tu oreja. Como estaba antes de escuchar tus decisiones.
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