.Justificar.

Un doble filo que respira de nostalgias e imágenes fugaces. Mirar el espejo y ver que haces lo correcto, puede sanar cada espacio que se resintió de la herida. No puedo obrar pretendiendo satisfacerme sólo a mí. Nadie tiene tiempo para encerrarse en las emociones de los demás. No pretendo dibujar una forma falsa de cuidado y salvación propia frente a la de otros, sino hacerme creer que lo correcto se encuentra en mi salida. Jamás vuelves al mismo lugar luego que decides marchar. Las estaciones cambian como el flujo suave del viento, y no espera por vernos vivir de sueños eternos e inamovibles. Justificar mi camino se torna la luz de mis pasos. Lamentablemente todas estas pretensiones de bondad y paz, se hunden apresuradamente cuando te apareces rondando mi aire. No puedes ser más que fantasmas vibrantes, que anhelan gritar su espacio. Mentirle a mis manos e impulsos con un buen argumento que suprima esperanzas, es un trago amargo que sujeta las cuerdas que me sostienen. Ya no más, porque es mejor, aunque ni lo sea. ¿Qué se yo?